¡No podís ser amiga de tu ex!

Todos los que terminamos una relación pasamos por este período tóxico en donde no sabemos si “somos o no somos amigos”. Terminar una relación es difícil en sí misma y más difícil todavía es tomar decisiones respecto de la mutación. 

Muchas veces las razones sobran para decidir separarse y conforme a eso, uno también debe llevar a cabo ciertas acciones incomodas, como el pertinente bloqueo de Facebook, de twitter y de cuanta red social esté involucrada en tu relación, también está la complicada situación de los amigos comunes ¿Cómo se reparten? Y la información ambulante que ronda, a los días después del término. Lejos de ser muy incómodo, todo esto dificulta muchísimo más el duelo. Por un lado, duele cerrarle la puerta en la cara a quien fue tan importante en tu vida hace pocos minutos atrás, pero por otro lado ¿Qué puedes hacer?

Cuando era más chica (¡Sí! Más que ahora XD) y terminaba con un pololo (que por lo bajo había durado 1 año en el puesto) no lo erradicaba de nada, claro, era muchísimo más fácil, con suerte teníamos internet, las redes sociales no existían y los amigos en común eran menos, porque con esto de las relaciones largas, el mundo individual de cada uno, se mezcla por arte de magia. Así te encuentras con un montón de amigos tuyos como amigos en común del otro y por supuesto, el cariño legítimo de ellos, no siempre acaba cuando termina tu relación.

Hasta hace algunos años, mantenía contacto con todos mis exs, tenía sus correos, sus teléfonos, estaban en Messenger y con el tiempo, migraron a Facebook, a twitter. Creo que siempre estuve en contacto con ellos por el cariño que sentía después de tanto tiempo juntos; y claramente, porque inconscientemente mi corazón albergaba una esperanza secreta de posibilidades de regreso. Eso acabó como a los 26 años, cuando después de muchas sesiones terapéuticas concluí que a pesar de no estar concretamente juntos, yo seguía vinculada emocionalmente con ellos.

Ese momento coincidió con uno de mis exs, quien me envió un mensaje para decirme que me bloquearía porque su actual pareja se ponía celosa de mi XD. Confieso que me dio entre risa y pena, claramente era el momento del Adiós (eso creía yo) así que entendiendo las razones, nos despedimos “para siempre”. Aproveché el impulso y los bloqueé a todos. Lloré como una semana (uno por día jajajaja) pero se me pasó la pena, dejé de necesitarlos y comencé a vivir una nueva etapa en mi vida. Con los años, algunos me volvieron agregar, no entiendo muy bien las razones, pero me encontré con hijos, matrimonios, vidas felices y pastos mucho más verdes que los míos. Otros regresaron pidiendo perdón, con posibilidades de oportunidad. Sin embargo, los años no pasan en vano, todos cambiamos y claramente yo no soy la misma de ayer, ¡No pos! No soy la incondicional.

Hoy con propiedad puedo decir que no soy amiga de ninguno de mis exs, porque tener a algunos en mi Facebook, no nos hace íntimos. Creo que es lo mejor, cuando uno tiene un lazo tan fuerte con el otro y esto acaba, sobre todo si no entiendes mucho las razones, lo mejor es cortar el vínculo y por más que uno se arrastre por el suelo, llorando, echándolo de menos; todo pasa, lo bueno y lo malo, pasa.

Pero por qué no ser amiga de tu ex, porque quieras o no, los sentimientos y los rollos se mezclan, porque es inevitable sentir que ese amigo es de tu absoluta propiedad y porque si la próxima yegua en su vida lo hace pedazos (en el mal sentido de la palabra) serías capaz de dar tu vida por él, porque te juras su mejor amiga, porque te juras la más importante, porque cuando lo ves con otra te desarmas, porque cuando le pasa algo aún corres por él, porque quieres estar en todas, porque aunque él no te elija a ti esta vez, siempre-siempre estarás secretamente esperándolo.