Por Dios cómo me apaga el otoño - invierno. Todo, absolutamente todo ha sido más difícil de lo que imaginé. En un 2 x 3 me quedé sin vida y sin tiempo para actualizar el blog, editar Super Choriflai, escribir en Mujer Glam y en Be Bloggera. Excusas, no me sobran, más que a tiempo, es cansancio. A estas alturas del año me siento cansada, gritando por vacaciones, este amigo cansancio se ha llevado mi tiempo ocioso y con ello mi creatividad, a ratos me sentía a secas, literalmente, no sabía por donde partir para hacer lo que por muchos años llevo haciendo: Escribir.
Como saben, tengo dos trabajos y pese a que uno es más demandante que el otro, hay uno que no termina nunca, no tiene fines de semana y no distingue entre horarios, y estar pendiente de... Igualmente desgasta.
Lo siento, de verdad, pero así somos las reinas, ingratas con el pueblo. Tengo un montón de columnas pendientes, cosas que contar y que mostrar, pero veo mi cama y me atrapa. Me encantaría poder comprometer a mantener el feed diario como lo logré el año anterior, pero no sé si pueda, así es que como "No pondré resistencia" a mi nivel de cansancio, trataré al menos de poder actualizarlo algunos días por semana.
¡Extraño mi blog! Lo veo y me dan ganas de abrazarlo. Sin embargo, también tengo que contarles que estoy pasando por una crisis de identidad bloggera. Hace rato que vengo pensando que el nombre de mi blog es difícil de recordar; me he pasado semanas cotizando, pensando con mi mente con cero creatividad, en un nombre que sea más cercano y recordable, y lo cierto es que tampoco quería actualizar hasta que tuviese eso definido, pero en vista y considerando que mi cansancio no le da tregua a mi cerebro, pensé que lo mejor era contarles en qué estaba y por qué me desaparecí.
Tienen todo el derecho a odiarme... ¡Os amo, os quiero, os adoro! Pero al final de cuentas, la reina sigo siendo yo.
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